1. Érase una vez...

-nana, nana, cuéntame una historia

-¿Qué historia quieres saber?

-quiero saber la historia de mi padre. Esa de brujas malvadas

-que imaginacion tienes, pequeño

-No son imaginaciones. Ayer vino un señor a visitarnos y escuche a mi padre hablando

-Ah, si? y qué dijo?

-Pues dijo algo de que una bruja y un reino mágico, después de eso me trajo aquí y se fue corriendo

-y no dijo nada de un dragón? venga metete en la cama, mañana tienes clase

-por fi, nana… cuéntamelo

-bueno, hagamos un trato. Te metes en la cama y te cuento un cuento, vale?

-Vale

El niño lo hace a toda prisa, le encantan los cuentos de la nana.

"Érase una vez un reino muy muy lejano se libraba una guerra entre dos señores muy poderosos"

"De un lado estaba el malvado Radomir, un villano que buscaba expandir su reino de horror por todo el continente"

"Y por otro lado estaba la reina Micaela, a la que llamaban la justa"

"la que junto a sus hermanos y su recién estrenada alianza, se habían repartido el continente y habían empezado la guerra para extender su influencia y traer la paz a sus buenas gentes."

"Pero todavía ajena a esa guerra había una región gobernada por un conde…."

El niño escucha con atención el cuento de la nana. Trata sobre nobles caballeros que luchaban por amor, de reinas benévolas que solo querían lo mejor para sus gentes e inocentes princesas que esperaban ser rescatadas en una torre...

Y poco a poco el niño, totalmente ajeno a la realidad, se quedó dormido.

Nana lo mira y le vienen recuerdos a la mente. Del cuento hace ya casi medio siglo y la realidad fue bien diferente