Sho Fujita había estado dándole muchas vueltas al asunto. Sabía que lo que iba a hacer no era muy buena idea y que le costaría más de un problema con sus socios, pero le daba igual. Amaba a Antonia por encima de todas las cosas y hasta no le importaba que fuese bruja. Su único deseo era sacarla del mundo de mierda en el que estaba metida y ya de paso cargarse al vampiro que la controlaba, pero eso ya era otra historia. Hoy era un día especial
Antonia había empezado una relación en secreto con Fujita, el empresario más poderoso de San Myshuno. Además era un jefe de los cazadores, un detallito sin importancia
-Uy cari, que haces aquí?
-He venido para decirte que aunque llevamos poco tiempo lo eres todo para mi y no me importa nada más en el mundo. Solo quiero estar contigo y hacerte feliz
"Ay madreeeeeee"
-Antonia Ennis, mi vida estaba vacía hasta el día que te conocí..
-.... y ahora que te tengo solo quiero pasar el resto de mi vida a tu lado
-Te quieres casar conmigo?
Antonia mira el diamante. Ella tiene ojo con las joyas y sabe que este es de los buenos buenos. Seguro que cuesta lo mismo que uno de los pisos de este edificio
-emm... no me esperaba esto...
-Pero SI, claro que SIII!!
"Uh, menudo pedrolooooooo"
Y el otro todo enamoradisimo. Si le gustan los pedrolos pues le llenara toda todas las manos y los dedos de los pies si es necesario
-Que bonito,no?
-Es exclusivo, cariño. No hay otro igual en el mundo.
"Antonia Fujita, la dueña y señora de San Myshuno"
-Ve preparando las maletas, cariño. Voy a comprar la mejor mansión de la zona para mi esposa
"Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii"
Aunque la felicidad infinita dura poco...
"A ver como le digo esto a Derek"
¡Aaaaaah! Yo solo quiero que la Toñi sea feliz