Habían pasado unos meses y el conde ultimaba los detalles para marchar a la guerra con sus hombres.
Este tema consumia todo su tiempo, bueno, este y otro...
Abel pasaba casi todo el día en la capilla
Se empezaba a rumorear que la vocación del niño era la de sacerdote, a lo que el conde se oponía. Su hijo estaba destinado a gobernar al igual que toda su familia.
Y cuando salía de allí solo quería estar con la nana, era ella la que lo atendía, la que lo educaba y la que le daba el cariño que le faltaba.
Desde que falleció su madre se había convertido en su pilar porque su padre no pasaba demasiado tiempo con el pequeño
Y Jenica había encontrado otro hobbie aparte de tirarse al padre. Le encantaba atemorizar al niño
-Abelitooo
-Vienes conmigo??
Casi todas las noches era lo mismo...
Cuando la bruja se cansaba, Abel ya no quería volver a su cama
-Nana, puedo dormir contigo?
-No, Abel, tienes tu propia habitación. Aquí no es apropiado…
Abel le rogaba todas las noches, no tenía otro sitio donde ir.
-No quiero volver a mí habitación, por favor nana… déjame dormir aquí
Y Rose le decía lo mismo todas las noches también.
-vale, pero esta es la última
Mientras tanto Micaela la justa también estaba ultimando los detalles para empezar la guerra
-Así que el conde se ha posicionado… no tengo ninguna noticia de que sea de nuestro lado
-Está del lado del tzimisce, es su ghoul
Aemon escucha con atención. Esta no es su guerra pero tiene curiosidad de como piensa ganarla Micaela
-Un ghoul? Lo eliminaremos. Tiene herederos?
-Si, un niño de 6 años, mi señora
-Demasiado pequeño para heredar, si nos deshacemos del conde seguramente empecemos una guerra entre familiares para ver quién se queda con el título. Si dispusieramos de más tiempo podríamos colocar a nuestro candidato, pero la guerra está a punto de estallar y necesitamos todos los hombres que pueda aportar. Invitadlo al castillo, voy a romper el vínculo.
-Como piensas hacerlo?
-Es sencillo, lo voy a abrazar. Cuando no nos sirva para nada lo eliminaré como al resto.
Pobre niño!
Mi niño